martes, 14 de octubre de 2014







                           RENACIMIENTO


Se denomina Renacimiento al movimiento cultural que surge en Europa elsiglo XIV, caracterizado por un renovado interés por el pasado grecorromanoclásico y especialmente por su arte.

El renacimiento italiano seorigina en las ciudades queflorecieron en el centro ynorte de Italia, comoFlorencia, Milán y Venecia,• su riqueza financió loslogros culturalesrenacentistas. Elrenacimiento se origina enlos siglos XIV y XV y suapogeo es en el siglo XVI.• De Italia se extiendelentamente por Europa,excepto Rusia.





1. Leonardo da Vinci
Leonardo da Vinci (Leonardo di ser Piero da Vinci escuchar) fue un pintor italiano nativo de Florencia. Notable polímata del Renacimiento italiano (a la vez anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista) nació en Vinci el 15 de abril de 1452 y falleció en Amboise el 2 de mayo de 1519, a los 67 años, acompañado de su fiel Francesco Melzi, a quien legó sus proyectos, diseños y pinturas. Tras pasar su infancia en su ciudad natal, Leonardo estudió con el célebre pintor florentino Andrea de Verrocchio. Sus primeros trabajos de importancia fueron creados en Milán al servicio del duque Ludovico Sforza. Trabajó a continuación en Roma, Boloña y Venecia, y pasó los últimos años de su vida en Francia, por invitación del rey Francisco I.

 Frecuentemente descrito como un arquetipo y símbolo del hombre del Renacimiento, genio universal, además de filósofo humanista cuya curiosidad infinita sólo puede ser equiparable a su capacidad inventiva, Leonardo da Vinci es considerado como uno de los más grandes pintores de todos los tiempos y, probablemente, es la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que jamás ha existido









La Última Cena (en italiano: Il cenacolo o L’ultima cena) es una pintura mural original de Leonardo da Vinci ejecutada entre 1495 y 1497, se encuentra en la pared sobre la que se pintó originariamente, en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie en Milán (Italia). La pintura fue elaborada, para su patrón, el duque Ludovico Sforza de Milán. No es un fresco tradicional, sino un mural ejecutado al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre enlucido. Mide 460 cm. de alto por 880 cm. de ancho. Para muchos expertos e historiadores del arte, La Última Cena de Leonardo es considerada como la mejor obra pictórica del mundo



El cuadro La Gioconda, conocido también como La Mona Lisa, La Monna Lisa, La Joconde en francés o Madonna Elisa, es una obra pictórica de Leonardo da Vinci. Desde el siglo XVI es propiedad del Estado Francés, y se exhibe en el Museo del Louvre de París.
Su nombre oficial es Gioconda (que, traducido del italiano al castellano es alegre), en honor a la tesis más aceptada acerca de la identidad de la modelo, apoyada en el hecho de que era esposa de Francesco Bartolomeo del Giocondo y que su nombre era Lisa Gherardini.
Es un óleo sobre tabla de álamo de 77 x 53 cm, pintado entre 1503 y 1506, y retocado varias veces por el autor. La técnica usada fue el sumado, procedimiento muy característico de Leonardo. El cuadro está protegido por múltiples sistemas de seguridad y ambientado para su preservación óptima. Es revisado constantemente para verificar y prevenir su deterioro.


2. Miguel Ángel
Michelangelo Buonarroti

(Caprese, 6 de marzo de 1475 – Roma, 18 de febrero de 1564), conocido en español como Miguel Ángel, fue un arquitecto, escultor y pintor italiano renacentista, considerado uno de los más grandes artistas de la historia tanto por sus esculturas como por sus pinturas y obra arquitectónica.
Desarrolló su labor artística a lo largo de más de setenta años entre Florencia y Roma, que era donde vivían sus grandes mecenas, la familia Médicis de Florencia, y los diferentes papas romanos.
Fue el primer artista occidental del que se publicaron dos biografías en vida:
Le Vite de' più eccellenti pittori, scultori, ed architettori, de Giorgio Vasari, publicada en 1550 en su primera edición, en la cual fue el único artista vivo incluido.
Vita de Michelangelo Buonarroti, escrita en 1553 por Ascanio Condivi, pintor y discípulo de Miguel Ángel, que recoge los datos facilitados por el mismo Buonarroti









El Juicio Final o El Juicio Universal

El Juicio Final fue pintado por Miguel Ángel entre 1536 y 1541, tras el Saqueo de Roma de 1527 por las fuerzas mercenarias del Sacro Imperio Romano Germánico, que terminaron con el Renacimiento romano, poco antes del Concilio de Trento. El trabajo fue hecho en una gran escala, y ocupa toda la pared tras el altar de la Capilla Sixtina.

El Juicio Final es una representación de la segunda venida de Cristo y el Apocalipsis. Las almas de la humanidad se levan y descienden hacia sus destinos, juzgadas por Cristo y su santo séquito. La pared en la que El Juicio Final está pintado se inclina ligeramente sobre el espectador en su parte alta, y está pensado así para que el fresco parezca un tanto aterrador, e infunda piedad y respeto al poder de Dios. A diferencia de los otros frescos de la Capilla, las figuras son muy musculosas y parecen algo torturadas, incluso la Virgen María, en el centro, parece estar acobardada ante Dios.






                           La creación del sol y la luna 
Dos escenas están siendo representadas. A la derecha de Dios crea el sol y la luna. A la izquierda, visto desde detrás de él está trabajando en las plantas y los árboles.
Según el Génesis las plantas se hicieron en el tercer día y el sol y la luna en el día siguiente.










3. Rafael Raffaello Sanzio (Urbino, 6 de abril de 1483 – Roma, 7 de abril de 1520), también conocido como Rafael de Urbino o, simplemente, como Rafael. Fue un pintor y arquitecto italiano del Alto Renacimiento. Además de su labor pictórica, que sería admirada e imitada durante siglos, realizó importantes aportes en la arquitectura y, como inspector de antigüedades, se interesó en el estudio y conservación de los vestigios grecorromanos.
Hijo de un pintor de modesta relevancia, fue considerado un niño prodigio por su precoz habilidad y al quedar huérfano se formó en los talleres de varios artistas de prestigio. A los 25 años obtuvo su primer encargo oficial, la decoración de las Estancias Vaticanas, donde pintó algunos frescos como La escuela de Atenas, considerado una de sus obras cumbres. Es célebre por la perfección y gracia de sus artes visuales, destacando en trabajos de pintura y dibujo artístico. Junto con Miguel Ángel y Leonardo da Vinci forma el trío de los grandes maestros del período










La galatea

Rafael no volvió a realizar un escenario arquitectónico tan magnífico. Recurrió cada vez más al movimiento de las figuras humanas en lugar de a las perspectivas para crear espacias pictóricos. En la Galatea de 1513, el asunto vuelve a ser clásico, la hermosa ninfa Galatea, en vano deseada por Polifemo, pertenece a la mitología griega, pero aquí es celebrado el aspecto festivo y sensual de la Antigüedad en contraste con el austeroidealismo de La escuela de Atenas.

Su composición recuerda El nacimiento de Venus, cuadro que Rafael conoció en sus días de Florencia y, con todo, su mismo parecido destaca su profunda divergencia. Las figuras corpulentas y dinámicas de Rafael toman su expansivo movimiento espiral del vigoroso Contrappsoto de Galatea, en el cuadro de Botticelli, el movimiento no es engendrado por los personajes, sino que les viene impuesto desde fuera, por lo cual nunca se desprende de la superficie de la tela.





La transfiguración

Titulada la transfiguración se aprecia en el mismo cuadro dos escenas diferentes. En la parte superior la transfiguración de Jesús en el monte Tagor y en la inferior un niño endemoniado.
En la escena superior sobre un paisaje con influencia de Leonardo aparece Jesús destacado porque tras él ha situado un foco de luz interior, mientras que sus apóstoles sorprendidos, en posturas forzadas, asisten al milagro desde la cima del monte Tagor. Sin continuidad histórica, ni cronología en la parte inferior se sitúa la escena del niño endemoniado, liberado de los demonios en presencia de una muchedumbre. Capta Rafael más que el milagro en sí, las pasiones y sentimientos de la gente. Los ojos son el reflejo del alma interior y asisten a ese milagro con actitudes diversas. El color, las pinturas, el dibujo, la luz, son elementos técnicos propios de Rafael presentes en el cuadro.








4.Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi (Florencia, 1 de marzo de 1445[1] – Florencia, 17 de mayo de 1510), apodado Sandro Botticelli, fue un pintor cuatrocentista italiano. Menos de cien años después, este movimiento, bajo el mecenazgo de Lorenzo de Médici, fue considerado por Giorgio Vasari como una "edad de oro", un pensamiento que convenientemente encabezaba su Vita de Botticelli. Su reputación póstuma disminuyó, siendo recuperada a finales del siglo XIX; desde entonces, su obra se ha considerado representativa de la gracia lineal de la pintura del primer Renacimiento, y El nacimiento de Venus y La primavera son, actualmente, dos de las obras maestras florentinas más conocidas









El nacimiento de Venus



Uno de los cuadros más famosos representan, no una leyenda cristiana, si no un mito clásico: El Nacimiento de la Venus. Los poetas griegos y romanos fueron conocidos a lo largo de todo el medioevo, pero solamente en la época del Renacimiento, cuando los italianos trataron de recuperar la primitiva gloria de Roma, tales mitos se hicieron populares entre la gente instruida. Para ésta, la mitología de los tan admirados griegos y latinos era algo más que un alegre y delicioso cuento de hadas. Estos hombres estaban tan convencidos de la superior sabiduría de los antiguos creían que todas las leyendas clásicas debían de contener alguna verdad misteriosa y profunda. La persona que encargó este cuadro a Botticelli para su casa de campo fue un miembro de la rica y poderosa familia Médici. Fue gracias a la Adoración de los Magos, que pintó en 1475 para Santa María Novella, llamó la atención de ésta familia tan poderosa, que rápidamente emplearon su talento. Comenzó a trabajar para ellos pintando un estandarte para el torneo de Juliano de Médici, ensalzado por Poliziano en sus Stanze. Sus contactos repetidos con esta familia fueron sin duda alguna, útiles para garantizarle protección política y crear las condiciones ideales para la producción de sus numerosas obras maestras.
La primavera es obra realizada hacia 1478 para la casa de Lorenzo di Pierfrancesco de Médici en la ciudad de Florencia. El nacimiento de Venus fue un encargo posterior, de otra persona para un lugar diferente, aunque a fines de siglo estas dos pinturas estuvieran juntas.
Se convirtió en el máximo intérprete del neoplatonismo de la época, con su fusión de temas cristianos y paganos y su elevación del esteticismo como un elemento trascendental en el arte. Para dar forma a esta nueva visión del mundo, Botticelli opta por la gracia; esto es, la elegancia intelectual y exquisita representación de los sentimientos.
En estas obras la influencia del realismo gótico está atemperada por el estudio que Botticelli hace de la Antigüedad. Pero aunque pueda comprenderse desde el punto de vista pictórico, los temas en sí siguen siendo fascinantes por su ambigüedad. Los complejos significados de estas pinturas siguen recibiendo atención de los eruditos, centrándose principalmente en la poesía y la filosofía de los humanistas contemporáneos del artista. Las obras no ilustran un texto en particular; más bien, cada una de ellas se basa en varios textos para su significado. Sobre su belleza, caracterizada por Vasari como ejemplificadora de la "gracia" y por John Ruskin como poseedora de ritmo lineal, no puede haber dudas.
En 1478 tuvo lugar la conjura de los Pazzi, en la que murió asesinado el hermano de Lorenzo el Magnífico, Juliano de Médici. Sandro pintó al fresco sobre la Puerta de la Aduana los retratos de los conjurados Jacopo, Francesco y Renato de Pazzi y del arzobispo Salviati, ahorcados; fueron borrados en 1494. De esta época datan varios retratos conmemorativos del fallecido Juliano.






La Primavera – 1499

Está realizado al temple sobre tabla. Mide 203 cm de alto y 314 cm de ancho.
Giulio Carlo Argan pone en evidencia cómo esta tabla se pone en contraste con todo el desarrollo del pensamiento artístico del siglo XV a través de la perspectiva. Identifica el arte con la interpretación racional de la realidad, que culmina con la grandiosa construcción teórica de Piero (della Francesca).
Botticelli opta aquí por un formato monumental, con figuras de tamaño natural, y lo compagina con una gran atención al detalle. Esto puede verse en las diversas piezas de orfebrería, representadas minuciosamente, como el casco y la empuñadura de la espada de Mercurio o las cadenas y los broches de las Gracias.
Estudios interesantes son los que se han realizado sobre las relaciones dimensionales de las partes de la escena en referencia a reglas musicales.
Mientras algunas de las figuras estaban inspiradas por esculturas antiguas, estas no eran copias directas sino adaptadas al lenguaje formal propio de Botticelli: figuras de elevada estatura, delgadas, ligeramente alargadas, muy idealizadas, cuyos cuerpos a veces parecen artificiosamente estirados y presagian el estilo elegante y cortés del manierismo del siglo XVI. Como fuente iconográfica para la representación de las tres Gracias Botticelli parece recurrir a la Puerta del Paraíso realizada por Ghiberti en el Baptisterio de Florencia, en particular el grupo de siervas en el relieve de Esaú y Jacob.
Las figuras destacan contra el fondo por la claridad de su piel y sus ropajes, de colores claros e incluso transparentes.
La composición participa del fondo arbolado, con un bosque ordenado y vertical para servir de fondo, casi plano y severo, a la danza y al corro. Los personajes se sitúan en un paisaje de naranjos, árboles tradicionalmente relacionados con la familia Médici. No obstante, hay quien apunta a que son en realidad mandarinas, cuyo nombre clásico, medica mala, aludiría a los Médici. Detrás de Venus hay un mirto, planta tradicionalmente sagrada para ella. Mientras, la parte derecha está hecha de árboles doblados por el viento o por la fuerza creadora, en concreto laureles, lo que sería una alusión al novio, Lorenzo, en latín Laurentius.
En suelo es una capa de hierba muy oscura en la que están detalladas flores típicamente toscanas que aparecen en el mes de mayo. Son también reconocibles las de Flora: en la cabeza lleva violetas, aciano y una ramita de fresas silvestres; en torno a su cuello, una corona de mirto; en el manto lleva rosas; por último, va esparciendo nomeolvides, jacintos, iris, siemprevivas, clavellinas y anémonas.




5. Tiziano
Reconocido por sus contemporáneos como "el sol entre las estrellas", Tiziano es uno de los más versátiles pintores italianos, igualmente capacitado para ejecutar retratos, paisajes (dos de los temas que le lanzaron a la fama), escenas mitológicas o cuadros de temática religiosa. Si hubiese fallecido a los cuarenta años, seguiría considerándosele el artista más influyente de su época[cita requerida]. Sin embargo, tuvo una larga y dilatada carrera, y su obra atravesó muchas y diferentes etapas, en las que su estilo cambió tan drásticamente que algunos críticos tienen problemas para creer que los cuadros de su primera etapa y los de las posteriores hayan salido de la misma mano.

En cualquier caso, el conjunto de su obra se caracteriza por el uso del color, vívido y luminoso, con una pincelada suelta y una delicadeza en las modulaciones cromáticas sin precedentes en la Historia del Arte occidental

                                                                              


                                                                                                        Dánae

Dánae es una pintura al óleo sobre lienzo realizada en 1554 y atribuida al taller de Tiziano. Se conserva en el Museo del Hermitage de San Petersburgo.
Tiziano realizó varias versiones del tema, aparte de esta del Hermitage, como la Dánae de la Galería Nacional de Capodimonte, la del Museo del Prado o la de la Staatsgalerie de Viena.
En comparación con otras versiones, en esta es evidente la menor calidad. Basta con mirar a la cara distorsionada de Dánae.
El tema mitológico describe a Dánae, hija de Acrisio, el rey de Argos. Un oráculo había predicho que el hijo que concibiría Dánae mataría a su abuelo por lo que Acriso decidió encerrar a su bella hija en una cámara de bronce. A pesar de sus esfuerzos por esconderla, Zeus se enamoró de su belleza y sedujo a la joven en forma de lluvia dorada





Muchacha llevando un plato con frutas



El material es óleo sobre lienzo, con un estilo del renacimiento Italiano


Las fuentes hacen referencia a tres obras pintadas por Tiziano en las que se presentaba a una muchacha portando un plato o una cesta de frutas. En la actualidad no se han encontrado, sugiriéndose que este lienzo de Berlín sería una de ellas.La joven viste un elegante traje en tonalidades doradas con reflejos oscuros y alza con sus manos un gran plato de plata lleno de frutas y flores. Está dispuesta en tres cuartos y gira la cabeza hacia el espectador, recortando su atractiva figura ante un amplio cortinaje rojo mientras que en la derecha contemplamos un paisaje con unas montañas. La iluminación empleada distorsiona los contornos y resalta las tonalidades, utilizando el maestro una pincelada fluida y rápida que parece abocetar el conjunto, creando así sensacionales efectos atmosféricos.Sobre la interpretación de este lienzo se han aventurado diversas hipótesis. Se piensa que Tiziano va más allá del retrato y nos presenta una alegoría matrimonial. También se plantea que estamos ante una representación de la diosa Pomona o que se trataría de una imagen de Lavinia, la hija favorita del artista, que protagoniza otras obras en esta época como la Muchacha con abanico.La importancia de este trabajo motivaría la existencia de numerosas copias, algunas con ligeras variaciones como la Salomé del Prado.




6.Giotto di Bondone, mejor conocido solo por su nombre de pila (Colle di Vespignano, 1267 - Florencia, 8 de enero de 1337) fue un notable pintor, escultor y arquitecto italiano del Trecento. Se lo considera el primer artista de los muchos que contribuyeron a la creación del Renacimiento italiano y uno de los primeros en romper las limitaciones del arte y los conceptos medievales. Se dedico fundamentalmente a pintar temas religiosos, fue capaz de dotarlos de una apariencia terrenal, llena de sangre y fuerza vital















CRUCIFIJOS (TÉMPERA SOBRE TABLA) La crucifixión nos presenta a un Cristo humanizado y doliente; El artista muestra una clara intención de representar la anatomía del cuerpo humano desnudo de forma convincente, aunque aún resulte algo tosca y rígida.















                                                                              
POLÍPTICOS (TÉMPERA SOBRE TABLA) POLÍTICO STEPHANESCHI
Los polípticos, junto con los retablos, compiten con la pintura mural. Está dividido en hojas (o calles verticales) que ilustran diferentes episodios de naturaleza religiosa. Formalmente contienen todas las características de la pintura gótica.













7.Pietro di Cristoforo Vanucci llamado El Perugino (Città della Pieve, h. 1448-Fontignano, febrero o marzo de 1523) fue un pintor cuatrocentista italiano, en transición hacia el Alto Renacimiento. El apodo de Il Perugino («el Perusino») proviene de su natal Perugia (en español, Perusa). Sus dos influencias fundamentales fueron Piero della Francesca y el Verrocchio, aunque filtrados por los modos suaves de la pintura umbra, de cuya escuela fue líder. Fue titular de dos activísimos talleres contemporáneos, uno en Florencia y otro en Perugia. Su fama se vio oscurecida por la de su alumno más prestigioso, Rafael









Los desposorios de la Virgen que trata con perspectiva lineal central: el punto de fuga es el sombrero del sacerdote, mientras que las diagonales las señala el enlosado. Las figuras de los oferentes son plasmadas con distintos tamaños según el plano.

En este cuadro las figuras están muy bien tratadas y la luz es casi uniforme en toda la escena.

Otro aspecto a destacar de esta genial obra es que la composición está rigurosamente tratada.

Hay que fijarse en el edificio plasmado al fondo pues es de arquitectura plenamente clasicista: planta central poligonal, entablamento, arcos de medio punto


Entrega de las llaves a San Pedro.Destaca la sensación de horizonte infinito que consigue conferir a una obra que superó en la representación de la perspectiva a las de muchos de sus contemporáneos.
Para dar una mayor sensación de profundidad situó dos filas de personajes en primer plano por debajo de la línea del horizonte, acentuando el efecto de ésta sobre la profundidad del cuadro, consiguiendo así una perspectiva pictórica muy avanzada.
Perugino reresenta a personajes del presente ataviados a la moda florentina en una plaza embaldosada cuyas líneas de fuga llevan a la línea del horizonte con representaciones de arquitecturas inspiradas en la Roma Antigua: dos arcos de triunfo y un edificio de planta centralizada.
El estilo de las figuras con ropajes de gran complejidad, algunos con el pelo largo y suelto, o el porte elegante y refinado. Sus cabezas parecen ser de tamaño pequeño en proporción con la rotundidad de los volúmenes de los cuerpos, cuyas posturas y poses se repiten secuencialmente, aunque de forma inversa, en ambas mitades del cuadro.








8.Piero della Francesca (Piero di Benedetto dei Franceschi; llamado también Pietro Borghese, Borgo del Santo Sepolcro, en el valle alto del Tíber, cerca de Arezzo, h. 1415[1] – Borgo del Santo Sepolcro, 12 de octubre de 1492) fue un pintor italiano del Quattrocento (siglo XV). Actualmente se le aprecia sobre todo como pintor especialista en frescos, pero en su época fue conocido también como un geómetra y matemático, maestro de la perspectiva y de la geometría euclidiana, temas en los que se concentró a partir del año 1470. Su pintura se caracterizó por su sereno Humanismo y el uso de las formas geométricas, particularmente en relación con la perspectiva y la luz. Es uno de los principales y fundamentales personajes del Renacimiento, aunque jamás trabajó para los Médicis y pasó poco tiempo en Florencia.



Bautismo de Cristo (1448-1450),


Se puede apreciar la delicadeza y contención que caracterizará al conjunto de su producción, así como su preocupación por conseguir la plasmación de un espacio verídico y la correcta ubicación de las figuras en el mismo. Además, en sus composiciones, ordenadísimas, la sencillez es siempre aparente, existiendo detrás de la misma un concienzudo ejercicio de observación y traslación de las líneas perspectivas, las cuales conducirán, invariablemente, la mirada del espectador de la obra adonde el pintor desee (siendo fácilmente apreciable en este caso). Y será el tratamiento impreso al color y la luz el encargado de resaltar el volumen de los protagonistas de la escena, reafirmando con ello su presencia finalmente.








Virgen con el Niño




Seis santos, cuatro ángeles y el duque Federico II de Montefeltro (1472-1474), también llamada Pala de Brera debido a su ubicación, en la que realiza un excepcional ejercicio geométrico en la composición básica del dibujo y un uso maestro de la luz (que aquí emplea para individualizar a cada uno de los personajes y configurar el espacio).



En esta obra todas las proporciones están perfectamente medidas, tanto de los personajes entre sí como de éstos con la arquitectura circundante (existe una clara correspondencia entre la forma en la que se encuentra dispuesto el grupo central y la bóveda ubicada encima del mismo), en un espacio completamente racionalizado. Junto con esto, en dicha pintura se puede observar la influencia flamenca, apreciable en sus últimas obras, en la majestuosidad, un tanto fría, de los personajes y en el tratamiento de paños y detalles.


















































































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